martes, 18 de agosto de 2009

Entre el destino y las letras

Vivir de Nuevo (Reprise), película realizada por el debutante Joachim Trier, llega a nuestro país tres años después de su año de realización, sin embargo este filme danés vale la pena ser apreciado ya que acierta en su trabajo formal y temático al ser una buena obra que no sólo habla de escritores jóvenes sino de las posibilidades del destino.
La trama nos narra la vida de dos autores Erik y Philip, ambos mandan al mismo tiempo el manuscrito de sus novelas a la misma editorial y sólo el segundo recibe la buena noticia de que será publicada. Tras su breve éxito, Philip es internado debido a varios problemas con su novia Kari y a la obsesión que ella le provoca, además de no poder tolerar el triunfo repentino. La película parte desde ese punto, Erik deberá ayudarlo para que vuelva a escribir, recuperar las ideas y reincoporarse a la vida cotidiana y a sus relaciones con sus amigos.
La cinta posee varios aciertos, ya que en poco más de hora y media alcanza a tocar diversos temas referentes a la literatura además de establecer a ambos jóvenes en sus relaciones personales y las implicaciones que las mismas tienen para su escritura, por ejemplo, si tener pareja afecta en la creación de un genio, si lo distrae de su verdadero objetivo . Uno de los tópicos tratados es la fama repentina, el éxito que depende las críticas más que del talento, jóvenes escritores que buscan crear su obra perfecta en donde el fondo sea más que la forma y no sólo ser recordados por un momento o moda. La pelea por mantener los ideales es otro aspecto tratado, la lucha por la individualidad y permanecer fiel a lo que se cree también es puesto sobre la palestra, la imitación de los ídolos, ambos son seguidores de un escritor que se hace llamar Sten Egil Dahl en alusión a Stendhal y esperan un día poder conocerlo e igualarlo en sus logros. Philip y Erik se encuentran en la búsqueda de su sueño, sin embargo el primero está más sumido en sus problemas existenciales, depende más del amor, Erik en cambio sólo lucha contra el trabajo cotidiano, el talento que quizás no es tan natural como el de su compañero.
La forma en la que está construida la cinta ayuda a narrar la vida de estos autores, el guión habla como un libro, presenta las diversas posibilidades que pueden atravesar los personajes, aunque nunca deja abierto esto, sólo lo hace como un juego dejándonos claro qué es lo que ha sucedido. Plantea el destino de cómo un acto va modificando el futuro siguiente y el camino hacia un triunfo o una derrota.
Otro de los mayores logros es la relación de amor entre Philip y Kari, es poética y a la vez cruel, tormentosa, una pareja que trata de renacer, volver a ser la misma antes de que el escritor fuera internado, repetirse para encontrar los mismos puntos románticos, aunque esto sea casi imposible. El personaje de Philip se encuentra sumido en una falta de motivaciones para volver a escribir y quizás nunca las encuentre, tal vez porque eso no es lo más importante para él.
Si la película tiene fallas radican principalmente en que a pesar del dinamismo formal con el que plantea varias posibilidades, por momentos Vivir... es un poco lenta y le cuesta avanzar en un guión que a pesar de ser complejo en temática en simple en su trama y eso hace que la cinta se estanque en una historia plana, ya que más que moverse a través de hechos pone su intensidad en los temas y en la necesidad de la segunda oportunidad para todos.
Formalmente este filme más que original es preciso. La selección de la estructura para lo que se quiere contar es atinada, además de que habla precisamente de eso, de escritores que buscan la mejor manera de narrar una historia y que la originalidad tenga un contenido y esta cinta lo logra. Funciona como una novela-ensayo en donde el destino, la amistad, los ideales y la escritura como una aventura complicada para el cerebro se mezclan creando a jóvenes complejos, los cuales tratarán de escapar de las garras de la mediocridad, del miedo y la soledad.
Actoralmente tanto Anders Danielsen Lie (Philip) y Espen Klouman-Heiner (Erik) ambos jóvenes con poca experiencia logran desarrollar bien a sus personajes, al interpretarlos con frescura, inteligencia y la naturalidad que requieren dos escritores que tienen problemas a pesar de vivir en una Noruega que aparentemente no tiene problemas económicos y es privilegiada. Su manejo de los personajes ayuda a que resulten creíbles y no un estereotipo del escritor y del joven con problemas emocionales, en sus facciones camina la alegría a lo igual que la desesperanza y una inteligencia que busca la manera de hacerse presente en los textos.
De esta manera, Trier da un paso firme como debutante y si sigue por este camino quizás pueda unirse a esos dos grandes nombres del cine actual danés que son Lars von Trier y Thomas Vinterberg. Con Reprise Joachim entregó un filme inteligente, capaz de conmover sin ser manipulador, con varias frases poderosas y con la visión de que cualquier hecho en nuestra vida es capaz de cambiarnos para siempre, un filme de prioridades, hambriento de encontrar un ideal, ese sueño que quizás ya se pudo haber escapado, tal vez ya vivimos nuestro mejor momento y no lo sabemos, tal vez todo ya vaya en descenso, por eso Trier propone vivir de nuevo, dar otra vuelta para reescribir nuestra historia y sentir las glorias de otros días, borrar los errores y esperar por un final distinto.


CALIFICACIÓN: BUENA.




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