lunes, 24 de agosto de 2009

El mismo efecto que el alcohol

¿Qué Pasó Ayer?, (The Hangover) película dirigida por Todd Phillips (Starsky and Hutch, Old School) no trasciende como una gran cinta y tampoco alcanza niveles de esas comedias inteligentes para recordar por muchos años, sin embargo, logra su objetivo primario: las risas sin necesidad de bromas estúpidas o totalmente escatológicas y a través de un paseo por Las Vegas brinda al espectador el material suficiente para que durante sus cien minutos las carcajadas se hagan presentes sin interrupción en las salas de cine, lo cual es aplaudible.
La trama narra la aventura de cuatro hombres que celebran una despedida de soltero y están dispuestos a pasar un loco fin de semana en Las Vegas, Doug, Phil, Alan y Stu harán miles de locuras durante una noche y al otro día los problemas aparecerán uno a uno formando una bola de nieve imposible de controlar.
Uno de los principales aciertos de la cinta es que se desarrolla con fluidez, no pierde el tiempo y desde el primer instante sabemos que los personajes principales se encuentran en un gran problema: Doug (el novio) se ha perdido y será complicado que regrese a la boda, de ahí la cinta nos hace viajar días atrás para saber cómo se llegó a ese punto, de esta forma a su tono cómico se agrega la necesidad de descubrir el misterio de cómo se han involucrado en ese embrollo.
A pesar de que por momentos la comedia es física y no se basa tanto en los diálogos, el ser partícipes de esta decadencia, de cuatro pobres tipos que no recuerdan nada, y que sólo van cayendo en un abismo provocado por la resaca resulta entretenido; más allá de que no se esté frente a un guión de excelente manufactura, cada una de las secuencias que persiguen la risa están bien estructuradas y lucen naturales. Es una comedia fresca, disfrutable por cualquier espectador, un humor fácil de digerir pero no es estúpido al nivel de muchas cintas norteamericanas, con su desfachatez e irreverencia hacen que el espectador se sienta involucrado en las aventuras de estos hombres.
Si la película tiene fallas es que no se preocupa por trascender o ser ambiciosa y tratar de perdurar por varios años en la mente del espectador. Es sólo un golpe que dura mientras se está en la sala, de ahí en más la cinta no se hace memorable ni se puede decir de ella que es una joya cinematográfica o capaz de colocarla en la lista de nominaciones a varios premios como pasó con la inteligente y perfecta Little Miss Sunshine, que al agregar toques de drama y seriedad, incluso hasta filosofía a una comedia de un viaje crearon una de las cintas de humor más inteligentes de los últimos años. Lo que pasa con The Hangover es que estar frente a ella produce el mismo efecto del alcohol al que hace referencia su nombre, divierte, nos hace reír, nos emborracha, pero no nos acordaremos mucho de lo que pasó, lo mismo sucede con este fime, produce el mismo efecto que el alcohol.
Uno de los puntos más fuertes de la cinta es la parte actoral, los tres hombres que más minutos tienen en la pantalla saben sostener la cinta y cada uno con agrega la personalidad a su personaje y lo hace fuerte y disfrutable. Bradley Cooper, el nuevo galán y perfecto para las comedias románticas de Hollywood, interpreta a Phil, un profesor irrevente, divorciado y que aboga por la libertad de los hombres a divertirse y no someterse a las mujeres, es el motor del grupo y quien toma el papel de líder, su presencia e samena y sabe agregar varios matices a su personaje que está bien logrado y va más allá de su papel de galán en el cual puede ir encasillándose. Otro de los roles sobreslientes es el trabajo que realiza Ed Helms, que a pesar de tener una larga experiencia en la comedia de televisión nunca se lo había visto en un protagónico. Aquí sabe confeccionar a Stu, un hombre dominado por su esposa y que encuentra en Las Vegas su oportunidad de otra vida, aunque para él todo sea preocupación a no ser descubierto será el personaje que mayor cambio sufre y quizás el más interesante según lo planteado por la cinta. Como no podía faltar un excentrico, Zach Galifianakis da vida a Alan, cuñado de Doug y que se une a este viaje para agregar su locura, un personaje extraño, que aporta incertidumbre, está bien trabajado y su falta de límites sirve para llevar a los niveles más extremos la comedia, un personaje fuerte e importante. Si la cinta no cae es por estos tres actores, ya que quizás en manos de figuras más conocidas en este proyecto -Adam Sandler o Ben Stiller por ejempl-, se hubiera caído en dar más fuerza a ellos y en lo que son sus estilos que en dejar que los personajes fluyan naturales a través de estas caras aún poco familiares, la dirección de Phillips también aporta para lograr este resultado honesto.
De ahí en más ¿Qué Pasó Ayer? funciona pero sólo como una comedia, como una gran fiesta de casi dos horas, sin embargo le faltó ser más arriesgada, quizás un poco más oscura como lo vimos en Malas Compañías (Very Bad Things ,1998) de Peter Berg, otro viaje a Las Vegas que termina en un caos. Sin embargo, más allá de que The Hangover es sólo risa, a veces quizás no haga falta más que eso, dejarse perder en esos ríos de carcajadas y olvidarse de todo, es a lo que apuesta Phillips y lo consigue con un filme dinámico, no hay que pedirle más que lo que se espere de una buena fiesta, al final de cuentas el espectador se convierte en otro integrante que acompaña a estos cuatro tipos a ese lugar en donde todo puede ocurrir, a ese desierto lleno de placeres y juegos en donde incluso se puede descubrir que la vida fuera de ahí para muchos es sólo falsedad para apagar sus instintos.


CALIFICACIÓN: BUENA.



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