jueves, 6 de agosto de 2009

McG se salva

A pesar de no tener más experiencia que como un director de videos (realizó trabajos para Korn, Sublime, Offspring) y haber digido los dos filmes de Los Ángeles de Charlie, McG sale bien librado de su trabajo más serio hasta el momento y una empresa que resultaba muy complicada: llevar a buen puerto Terminator La Salvación (Terminator Salvation) y por mucho supera a Terminator 3: The Rise of The Machines dirigida por Jonathan Mostow.
La trama de la cinta transcurre en el futuro anunciado por las tres anteriores entregas, John Connor ya es el líder de la resistencia en la lucha contra las máquinas quienes se han apoderado del mundo tras destruir a gran parte de la humanidad en un holocasuto nuclear. Connor es uno de los líderes de esa lucha basada en la fe y en la esperanza, ya que como se lo anticipó su madre en diversas grabaciones, él será quien pueda llevar a la raza humana a un triunfo. Como elementos esenciales también aparecen Kyle Reese (padre de Connor pero que en el futuro es más joven que su hijo) y quien deberá sobrevivir para luego ser mandado por su hijo al pasado (en donde morirá) para que el líder pueda nacer (suena complicado pero así es), además, el otro elemento importante de esta cinta es el personaje de Marcus Wright, un ejecutado por asesinar a su hermano, quien aparece otra vez vivo en el año 2018 y que es un Terminator con tejido humano y del cual iremos descubriendo poco a poco si sus intenciones son proteger o aniquilar a Reese y Connor, los dos objetivos de Skynet.
Uno de los principales logros de la cinta es el buen manejo de la acción, durante gran parte de las escenas nos sentimos como si estuviéramos bajo el fuego enemigo y las máquinas dejan de lucir ajenas y como una fantasía futurista para verse como una amenaza real y parte del mundo cotidiano, a diferencia de los otros filmes de la saga que al ubicarse en el presente, el elemento proveniente del futuro era más apantallador por sus desconexión con el entorno, en cambio, aquí las máquinas son ya parte de la vida cotidiana de los humanos y hay tantas de ellas que es difícil que el impacto sea el mismo, pero de cualquier manera éste se logra al haber secuencias que entretienen al espectador y que por momentos se asemejan más a una película de guerra que a una de ciencia ficción. La estampa del futuro desolador, con poca agua, alimentos y combustible en páramos desérticos agregan aún mayor intensidad a la búsqueda de la supervivencia en un mundo mecanizado y en el cual hay pocos indicios para pensar en una esperanza. Un punto importante es que en su conjunto la cinta está bien armada y no se siente como una entrega forzada, esta parte de la historia la tenía que conocer el espectador para entender porqué tanto alboroto con John Connor y el interés de las máquinas por cortar su existencia cuando era sólo un adolescente. En esta ocasión el líder ya ha crecido y representa una amenaza para Skynet y eso se logra evidenciar en esta cinta, ya vemos al héroe casi consolidado aunque con ciertas dudas sobre las decisiones que debe tomar. Otro punto que se destaca es que la película se da su tiempo para hacer homenaje al pasado con la inclusión de la canción You Could be Mine de Guns N Roses (la cual aparece en una secuencia histtórica de Terminator 2) y una aparición, aunque sea con un rostro digitalizado, de Arnold Schwarzenegger para establecer el punto de conexión con la primera cinta.
A pesar de que esta cuarta entrega está bien diseñada para hilarse con las tres anteriores, en el guión es donde se encuentran las mayores fallas, ya que al parecer es redondo y todo cuadra. Sin embargo en varios momentos surgen preguntas que no son contestadas y la trama genera confusiones en el aspecto de la relación Reese-Connor en el futuro, y cuál sería el destino si por ejemplo el padre muere antes de ser enviado por su hijo o si las máquinas sólo deben matar al padre en el pasado o si Reese deja ser importante y sólo se convierte en una carnada para atraer a su hijo, cuestiones que el espectador debe responderse por sí solo para darle un armado coherente a la cinta y justificar lo que sucede en pantalla. No hay duda de que faltó mayor solidez en el guión para que éste careciera de fisuras que son evidentes, por momentos parece que algunos hechos sólo ocurren para justificar llegar al final que la cinta se propone y no como un orden lógico de toda la trama, pero si el espectador hace estas concesiones el filme funciona.
Como lo mencionaba líneas arriba, la parte visual cumple y está a la altura de las mejores películas de acción, sin embargo tampoco destaca ni trasciende en avances tecnológicos como lo hicieran las dos primeras entregas, las cuales fueron vanguardistas en ese aspecto y es lo que el fan de Terminator está esperando. Quizás el mayor aporte radica en la gran cantidad de máquinas nuevas que aparecen, los mototerminators son un ejemplo, la visión sepia de ese mundo arrasado, así como el personaje de Marcus Wright que conforme avanza la cinta se va haciendo notoria la estructura metálica en su interior y que convive con ese corazón de humano, clave en la cinta.
En la parte actoral, quizás la más pensada, es importante que el personaje de Connor adulto haya sido entregado a alguien con tanta fuerza interpretativa y capaz de apoderarse de la pantalla como Christian Bale, quien en cada filme que lo vemos nos hace olvidar a su anterior personaje y no hay rasgos de Batman en este héroe que nos haga confundirlos, ambos tienen un pasado lleno de tormentas pero el primero tiende más hacia una locura y soledad que no puede evitar y el segundo a la aceptción de saberse un líder que no puede fallar. El británico tampoco tiene muchas escenas para lucirse ya que la acción es prioritaria sobre los rostros, pero en el par de momentos que tiene que comerse el filme lo hace y convence. La gran sorpresa y para muchos una gran relevación que promete, es el australiano Sam Worthington, quien sabe contener los misterios de su personaje al interpretar bien su humanidad y también su lado de máquina, nunca hace evidente sus intenciones y es el punto más interesante del filme, saber si este personaje es un protector o alguien enviado por Skynet para aniquilar a Connor, lo cual se mantiene hasta el inicio del desenlace de la cinta. Muy bien por el australiano, quien con este papel ya dio el gran paso a convertirse en estrella, Avatar, de James Cameron, será el próximo filme en el que lo veamos.
Como conclusión éste puede ser un nuevo comienzo para McG, quien debe esconder sus dos primeras cintas y mostrar ésta como su debut, ya que Terminator Salvation es un buen comienzo para esta saga que nos narra el final de la historia aunque sólo eso, ya que a pesar de que sirve para dar partida y se sostiene, no logró consolidarse para emocionar a los espectadores y desear con ansias lo que viene. Es un punto de partida rescatable, que salva a la franquicia, recupera un poco el prestigio del director y quizás nos dé un poco de esperanzas que las próximas entregas, en donde todo llegará a su fin, nos soprendan con nuevos efectos especiales, un guión más redondo y encontrar al final un sentido más coherente a tanta destrucción entre máquinas y humanos.



CALIFICACIÓN: REGULAR.

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