miércoles, 21 de enero de 2009

Vaqueros sin fuerza

Tras terminar de ver Entre la Vida y la Muerte (Appaloosa), segunda película de Ed Harris como director, en la cual también actúa en uno de los roles principales, queda la sensación que cuatro grandes actores nos hubieran podido dar un filme memorable si el guión hubiera estado a nivel de ellos.
El comienzo de la cinta es interesante, nos plantea a dos pistoleros, impartidores de justicia interpretados por Ed Harris y Viggo Mortensen que llegan al pueblo de Appaloosa para liberarlo de la manos de Randall Bragg (interpretado por Jeremy Irons) quien se ha apoderado del lugar y no le importa eliminar a los comisarios que intentan imponerse en su camino, por lo que sólo la violencia y leyes implacables de los justicieros Virgil Cole y Everett Hitch (Harris y Mortensen respectivamente) será capaz de detener a Bragg.
En los primeros minutos del filme se nota que Harris aprendió de David Cronenberg el manejo de la violencia y en el humor negro que la rodea, sin embargo la trama no logra sostenerse mucho tiempo, se vuelve simple, monótona, ni siquiera el elemento femenino que aporta el personaje de Renée Zellweger como esposa poco fiel de Cole logra generar algo de interés.
La película transcurre lenta, con pocos motivos que emocionen al espectador, además que tampoco se aprovecha el gran reparto con el que se cuenta. Harris y Mortensen cruzan miradas y diálogos que sólo son una pizca de lo que pueden dar como actores, Irons está reducido a un forastero ambicioso y corrupto y tampoco despliega todo su potencial.
El filme trata de hacer hincapié en la amistad, en la justicia, en definir lo que está bien o mal, sin embargo no profundiza en estos temas y tampoco tiene secuencias de acción que emocionen a quienes esperan la diversión que promete el western. Este género ha regresado en los últimos años con filmes como El Asesinato de Jesse James (Andrew Dominik) o 3:10 Misión Peligrosa (James Mangold) y Entre la vida... no está al nivel de las anteriores, mucho menos del filme de Mangold, el mejor de los tres.
La violencia y el encanto de los personajes de Harris y Mortensen se va diluyendo conforme avanza la película, ya que no tienen un guión sólido en el cual sostenerse como actores y dejan de ser disfrutables pronto. La cinta termina cayéndose, la violencia y humor a lo Cronenberg prometida en las primeras escenas desaparece.
Harris sigue ejercitándose como director, Pollock fue un buen comienzo y con Appaloosa dio un mal paso al pensar que sólo con su reparto podía sostener un filme que se hunde en la intrascendencia al no contar con un guión memorable, no ahondar en los temas que plantea y desperdiciar cuatro pesos pesados de la actuación en una historia mediana y que se le olvidará fácilmente a los espectadores.
Es una lástima que Mortensen y Harris no hayan generado lo que lograron Russell Crowe y Christian Bale en 3:10 Mision Imposible, ya que esta última no basó su éxito en estas estrellas, estaba asentada en una buena historia, con emoción hasta el final y bajo la dirección de un experto como lo es Mangold.
No hay duda que hay vaqueros con fuerza, hay otros que simplemente se perderán en el polvo de pueblos como Appaloosa.


CALIFICACIÓN: MALA





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