martes, 16 de junio de 2009

Pixar en las alturas

Con Up, la décima película realizada por Pixar, se confirma lo que han sido catorce años de realizar largometrajes con una excelente calidad, desde que Toy Story revolucionó las películas de animación en 1995.
El director de esta cinta fue Pete Docter quien ya se había encargado de conducir los hilos de Monsters Inc, otra de las joyas de Pixar. Una vez más, el estudio logra intercalar el mundo de los adultos y los niños, al realizar una cinta madura pero que al mismo tiempo contenga elementos simples que puedan hacer reír a los más pequeños y dejarles en la memoria personajes entrañables.
Up nos adentra en la vida del vendedor de globos Carl Fredicksen, un hombre de la tercera edad que acaba de sufrir la muerte del amor de toda su vida y que está a punto de perder su casa. Para evitar que la misma sea destruida y ser encerrado en un asilo, el viejo ata miles de globos a su vivienda para que ésta se eleve a los cielos y así realizar un viaje hacia Sudámerica, lugar de aventuras y de animales fantásticos, sitio al que nunca pudo llegar en compañía de Ellie, su amada. Sin querer, a esta aventura se le une Russell, un niño explorador con algunos problemas familiares y que busca ayudar al viejo para obtener la condecoración que le falta. De esta manera, el filme se eleva y nos internará a mundos extraños, en donde los perros hablan.
Son varios los aciertos de la cinta en lo que se refiere a su trama. El primero de ellos es que toma el riesgo de elegir a un anciano como su personaje principal, un ser que está en el final de su vida y que ha recibido un golpe muy fuerte, sin embargo, el hecho de tomar la decisión del escape, de la ultima aventura, revitalizan a un ser que carga con su pasado, que prefiere trasladarse con su casa para no dejar nada atrás, ese hogar es el recuerdo viviente de Ellie, significa todo los que construyeron juntos. Queda muy claro el simbolismo que se establece de la casa, el viejo la carga con ella durante gran parte del filme, es decir, lleva el pasado sobre sus hombros, la muerte le pesa, le es difícil olvidar y seguir adelante, quiere cumplir una promesa que hizo con el corazón. La cinta es conmovedora, elegante y profunda. El tema de la muerte es constante y se agradece en una película infantil, aunque también, por supuesto, la película nos muestra momentos entretenidos para no llenarse de sombras. Up es una invitación a continuar el viaje sin importar la edad, a dejar atrás el pasado y atreverse a vivir, a crear nuevas promesas.
Ya en la aventura, el ave enorme como representación del misterio hecho realidad divierte, pero quienes agregan realmente comicidad al filme son los perros parlantes, podemos escuchar sus pensamientos y Dug, un can un poco temeroso, agrega la cuota de ternura necesaria.
El personaje de Russell, un ñiño entusiasta, distraído, tiene más de una capa; no es simplemente el empuje del viejo o quien lo ayudará a seguir adelante, él también cojea y necesita del soporte de los demás, a pesar de ser un niño que se divierte, en Russell hay una gran necesidad de afecto que trata de sustituir con deliciosos chocolates.
Otro personaje interesante y que es motor de los acontecimientos en la cinta es Charles Muntz, un aventurero. Gracias a él Carl y Ellie soñaron con viajar con Sudamérica, sin embargo cuando Carl llega al sitio y lo encuentra, descubrirá que a los ídolos es mejor no conocerlos.
Up es emotiva y disfrutable, su trama se desenvuelve sólida y sin baches. Hay momentos de maestría, la película narra desde la infancia de Carl hasta su vejez con silencios, sin diálogos, una secuencia genial en donde sólo con imágenes podemos atrapar la vida de un ser.
No encuentro fallas en Up, es una de las películas más maduras que han creado en Pixar y no comete por tantos minutos el error de Wall-E, en donde una cinta que salía de todos los esquemas termina al final rompiendo con su estilo inicial para complacer al público infantil. Up es más sincera desde el comienzo y nunca maneja dos líneas diferentes, se sabe que habrá risas pero siempre se mantiene el tono maduro, la idea de la muerte y soledad rondan todo el tiempo.
En cuanto a la calidad de animación sigo pensando que Ratatouille es casi insuperable, a pesar de que las expresiones y los lugares presentados en Up son maravillosos, la sensación de realidad que logró compartir el filme de la rata chef al casi hacernos oler los platilllos no la he percibido en otra cinta, sin embargo a Pixar sólo se le puede comparar con ella misma, Dreamworks ha quedado muy lejos de ser una competidora, ya que en animación está lejos y en historias a años luz. Up demuestra que Pixar está en las alturas, los globos los han llevado muy lejos.
Es un placer observar de cintas como Up, en pocos filmes se logra una comunión tan interesante entre el público adulto e infantil, desde Ratatouille se nota que el estudio se preocupa más por los adultos, dejó hacer sólo películas diferentes y con ideas originales para agregar a sus cintas elementos y emociones con los que un adulto, incluso una persona de la tercera edad, pueda verse reflejado y lo lograron sin perder a los niños que pueden divertirse al ver a un perro hablar o una casa en pleno vuelo, persecuciones, un ave haciendo bromas. Up es la síntesis del objetivo, es el punto a donde querían llegar y lo hicieron con éxito.
Su próximo filme anunciado es Toy Story 3, esperemos que puedan llevar a este clásico a niveles más altos y no pierdan el toque, ya que la primera parte de esta saga es una obra maestra, otra óptica de lo que significan los juguetes. Bien por Pixar, ya que han logrado desde hace tiempo que el cine para niños sea algo más que princesas o animales en una selva, adentro del sistema han ido esparciendo esos virus llamados sentimientos reales entre todos esos personajes que habitan mundos fantásticos.


CALIFICACIÓN: MUY BUENA.




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