lunes, 30 de marzo de 2009

Una muerte sin gracia

No siempre las películas que buscan las lágrimas del espectador lo logran, y Una Muerte Inesperada (Grace is Gone), debut cinematográfico como director de James C. Strouse , no termina por convencer al ser una historia plana, aburrida y poco comprometida.
La trama narra la vida de Stanley Philipps un vendedor expulsado del ejército por problemas visuales quien está a cargo de sus dos hijas, debido a que su esposa Grace (también miembro del ejército) se encuentra peleando por los Estados Unidos en la guerra de Iraq, desde el título se nos adelanta la muerte del amor de Stanley, por lo que la película se enfoca a un viaje en el que el padre tratará de reunir fuerzas para decirle a sus hijas que su madre ha muerto.
El problema con esta cinta es que la fuerza del guión es muy débil como para sostenerla por varios minutos, hay escasez de hechos, todo se basa en una situación para ver de qué manera una familia es afectada por la muerte de un ser querido y aprender a aceptar la ausencia, conocerse como familia.
El guión nunca se compromete a meterse de lleno en los temas políticos, en si es correcto o no perder a un familiar por pelear una guerra, la cinta es temerosa y no toma una postura, este debate de haber sido mayor explotado le hubiera dado al filme más fuerza y una carga ideológica que la hubiera hecho menos olvidable, el personaje de Stanley al haber pertenecido al ejército se prestaba para hacerlo entrar en conflicto sobre este tema, sin embargo el guión optó por otros rumbos en donde no se encontraba la sustancia más poderosa.
Al poseer un formato de road movie la cinta requería que el paisaje y los entornos se lucieran más y estos espacios geográficos fueran influenciando a los personajes, sin embargo la mayor parte de la cinta transcurre en una camioneta, vehículos o centros comerciales, lo que hacen poco atractiva visualmente.
A nivel actoral John Cusack carga con todo el peso del filme, apoyado por Shélan O'Keefe y Gracie Bednarczyk, quienes interpretan a Heidi y Dawn las dos hijas de Stanley. Cusack se salva de que su actuación se califique de mala, sin embargo continúa sin convencer, parece que nunca alacanzará el nivel de los mejores actores de su generación, este filme podría haber incrementado en calidad sin un intérprete con mayor dominio de su profesión, de la emociones y que luciera más natural se hubeira encargado de dar vida a Stanley. Las dos actrices jóvenes no lo hacen mal, sin embargo a la película no le alcanza con este trío.
No hay mucho que rescatar del filme, es simplemente un viaje en donde se busca aceptar a la muerte, mostrarnos cómo Stanley tiene que luchar contra la ausencia de Grace, cómo un padre tiene que ocupar los dos roles cuando él hubiera querido ser el que estuviera peleando y no su esposa, aunque el filme tampoco profundiza en este tema de roles cambiados.
El hecho de que la cinta se sustente sólo en torno a tres personajes tampoco le ayuda, es un guión muy débil que no se dio cuenta que potencialmente la cinta se hubiera podido convertir en una crítica dura a esas guerras sin sentido que destruyen miles de familias, el filme se hubiera podido alzar como una voz más poderosa, sin embargo es un susurro débil que trata de mostrar la fragilidad de un padre pero no se sostiene al estar apoyado en los hombros de un actor que conmueve muy poco.
Finalmente, la película se diluye buscando nuestras lágrimas, trata de que podamos sentir el frío de la muerte, un padre confundido, lo difícil que es pronunciar que alguien se ha muerto, sin embargo, repito, la película no se compromete, se mantiene en la tibieza por lo que está muy lejos de ser desgarradora, un filme al que realmente se le perdió la gracia.
CALIFICACIÓN: MALA.

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