miércoles, 21 de octubre de 2009

Fallida mezcla de géneros

En ocasiones suele ocurrir que tras observar el trailer de una película, las ansias por disfrutarla se acumulan y se espera impaciente el día del estreno. Tal es el caso de Sector 9 (District 9) cinta dirigida por el joven Neill Blomkamp, quien debuta con este filme bajo el manto protector de Peter Jackson, uno de los productores. Las expectativas eran demasiado altas, el avance nos hacía pensar que se trataba de una joya cinematográfica, sin embargo decepciona.
La trama nos introduce a Sudáfrica, en donde un grupo de alienígenas semejantes a unos langostinos, pero con una estructura parecida a la humana, han estacionado su nave madre sobre el cielo de Johannesburgo desde hace veinte años. Al estar enfermos y en un estado crítico, las autoridades decidieron establecer a los extrarrestres en la ciudad, en un sector restringido en donde las condiciones de vida son deplorables para estos seres, además de sufrir la violencia por parte de grupos violentos de Nigeria. El gobierno, en un plan para mejorar las condiciones de vida de los aliens y apartarlos de la ciudad, contrata a la empresa Multi National United para reubicar a los rechazados, es aquí cuando interviene Wikus Van De Merwe (Sharlto Copley) quien a pesar de su carácter débil, es el hombre encargado de liderar el proyecto.
El mayor acierto de Sector 9 es su alegoría al racismo vivido en Sudáfrica durante la era del apartheid o segregación, en donde los negros eran confinados a diferentes distritos, violentados y se les prohibía acceder a diversos puntos de la ciudad, una opresión que duró cerca de tres décadas hasta que la resistencia negra y diversos movimientos sociales pudieron cambiar la situación en África. En este filme es inevitable ver en los aliens a los negros, su condición es la misma, enfermos, comen de la basura, son utilizados en experimentos y de ser aceptados en un principio, son rechazados por la mayoría que busca apartarlos en distritos restringidos y lo más distanciados de la ciudad. Se toca con precisión el tema de humillar al que en apariencia es débil, diferente, la película en el fondo es una cinta comprometida con su lugar de origen (el director es sudafricano), es una manera novedosa de señalar lo que fue una era penosa para el mundo entero y que todavía no desaparece por completo.
Existe la preocupación por entender al otro, es un mensaje claro, sólo estar en las mismas condiciones nos hace comprender a quien rechazamos, no hay mejor formar de comprender a alguien diferente a menos que vivamos bajo sus mismas condiciones. En principio el planteamiento de trasladar el tema del racismo a la ciencia ficción y manejarlo como documental sonaba maravilloso, la idea Sector 9 es una de las más originales de los últimos tiempos, sin embargo el problema es la ejecución.
Visualmente la cinta es impactante, tensiona y resulta incómoda para algunos espectadores y ese es un gran logro, hacer sentir a través de las imágenes. No escatima en crudeza, mostrar la sangre tal como es, las cicatrices, la carne viva. Los efectos especiales están bien desarrollados y se nota que Blomkamp tiene experiencia en este rubro. Los extraterrestres más que lucir bajo un formato cotidiano, se asemejan más a una unión de diversos animales de la Tierra y su mirada es muy expresiva, como si en los ojos el realizador nos recordara que está la esencia de cada ser. En la parte actoral todo el peso de la cinta recae en el también debutante Sharlto Copley, quien interpreta a Wikus Van De Merwe y lo hace con solvencia. Sobre todo porque su personaje evoluciona de un simple oficinista conocedor de la vida de los aliens en Sector 9, a encabezar un proyecto de gran importancia, con todos los riesgos que esto implica. Su personaje es el motor de la cinta y pasa de la alegría a la desesperación y su debilidad tendrá que desaparecer para sobrevivir.
Los problemas del filme comienzan cuando se traiciona a sí mismo. En un inicio se planteaba como un falso documental, con entrevistas a especialistas acerca del caso y como un reportaje con cámara en mano del traslado de los aliens. En este punto la cinta conserva su esencia de proyecto diferente, sin embargo conforme se dispara la acción, se presentan escenas inverosímiles, persecuciones fuera de lugar, actos heroicos que no van de acorde a su estética y la cámara en mano desaparece y volvemos a una narrativa común y corriente. Si se pretendía una nueva mirada de la ciencia ficción, al punto de acercarla a un nivel de realismo -tratado como un tema de investigación- no había porqué introducir elementos tan dispares. Si se quería agregar violencia o acción se hubiera podido lograr bajo el mismo tono realista, como un reportero de guerra. La cámara juega con nosotros y en ocasiones sentimos cotidianos a los extraterrestres y en otras volvemos a estar apartados al darnos cuenta que sólo vemos una película de aliens, con su nave similar a la del Día de la Independencia, y máquinas que parecen extraídas de Transformes, eso si, sin Megan Fox incluida. El valor de Sector 9 estaba en apartarse de todo eso y ser diferente. A estos fallos, se agregan incoherencias en la trama, no se explica cómo extraterrestes y humanos lograron entenderse y por momentos los aliens parecen débiles cuando en verdad cuentan con armas capaces de destruir a un gran ejército. Es triste que la cinta se caiga al incluir un héroe que un principio no sabía ni levantar un arma y se convierte en Bruce Willis, además de incluir villanos que caen en los clichés. Conforme avanza la película pierde sutileza ymisterio y su lenguaje de denuncia se pierde entre tanta explosión y balacera.
Se espera que una cinta seria no juegue con el espectador, quien busca aferrarse a la idea original, a la frescura, pero la trama destruye cualquier buena intención.
Se agradece la denuncia, el hacernos ver que cualquiera puede ser diferente y segregado en cierto punto de su vida y sólo sintiéndose así comprenderá lo dañino del racismo, también se aplaude la idea de llevar la ciencia ficción y el tema alienígena a terrenos nuevos, casi desconocidos para este género, sin embargo no se le perdona cambiar el rumbo, perder la esencia y traicionar al espectador que buscaba en Sector 9 una de esas joyas coleccionables que cambian las estructuras del cine y no explosiones sosas que no aportan nada nuevo. Las excelentes ideas no siempre concluyen en obras de igual magnitud.


CALIFICACIÓN: REGULAR.

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